Crónicas de Nehmiah en Babilonia. Entrada XXXIII "Fauna Vertical"
- holisticbridgeheal
- 1 jun
- 2 Min. de lectura
Estaba en la terraza del noveno piso, i
ntentando respirar entre tanto cemento y ruido de fondo,
cuando la vi.
Una lagartija, aunque aquí les llamamos Dragones...
No era de cerámica.
No era una app de realidad aumentada.
Era real.
Con escamas,
ojos de otro mundo y una dignidad silenciosa que imponía respeto.
Ahí estaba.
Entre el tendedero y la antena parabólica,
entre ladridos lejanos y el zumbido constante del tráfico,
ella.
Y no pude evitar preguntarme:
¿Cómo ha llegado hasta aquí?
¿A qué ha venido?
¿Y por qué no se ha ido?
Quizá no ha subido para huir.
Quizá ha venido a recordarme que,
incluso en lo más alto de Babilonia…
hay vida salvaje.
Vida que no pide permiso.
Vida que no se adapta,
pero resiste.
Porque Babilonia está llena de fauna.
No solo la que gatea o revolotea.
También la que camina erguida con auriculares, mirada esquiva y prisa en los hombros.
Fauna que colecciona recibos.
Fauna que mide el tiempo en facturas.
Fauna que se pone traje para ir al matadero emocional de cada lunes.
Fauna que no se ha enterado de que sigue viva.
Y que,
sin embargo,
late
Y yo,
que no quiero aclimatarme
—ni falta que hace—,
la observo con una mezcla de ternura,
sorpresa y un poco de tristeza.
Como quien entra por primera vez en un zoo y no sabe si llorar, reír o abrir la jaula.

Pequeño ritual de observación sincera
Busca un lugar cualquiera con movimiento: una plaza, un vagón, una cafetería.
Siéntate. Solo observa. Sin móvil. Sin expectativas.
Repite hacia dentro:
“Observo sin juicio.Habito sin forzar.Recibo sin entender.”
Quédate con una imagen que te haya llamado la atención.Un gesto, una frase, una criatura humana.Ese será tu animal guía del día.No hace falta que tenga sentido. Solo acompáñalo.
A veces,
la mayor forma de resistencia en Babilonia no es rebelarse...
sino seguir mirando con alma abierta.
Sin fingir que lo comprendes todo.
Y sin necesidad de encajar.
Yo no me aclimato.
Pero respiro.
Y en cada respiración,me recuerdo:
también soy parte de esta fauna.
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