Crónicas de Nehmiah Entrada XXV "El Fuego del verbo encendido"
- holisticbridgeheal
- 22 may
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Actualizado: 23 may
Hay palabras que acarician.
Otras que hieren.
Pero hay unas pocas… que encienden.
El verbo encendido no habla desde la mente ni desde la herida.
Habla desde el núcleo.
Desde ese fuego que sabe,
que arde,
que crea.
Porque la palabra —cuando es verdadera—
no es sólo sonido.
Es chispa.
Es soplo.
Es fuego que prende en otros.
Y no hablo de gritar.
Ni de tener razón.
Hablo de nombrar con el alma.
De decir lo que quema por salir y que al ser dicho, transforma.
Decir “ya no más”.
Decir “te veo”.
Decir “yo elijo”.
Decir “sí”.
O decir “no”.
El fuego del verbo encendido no es un discurso.
Es un acto mágico.
Cuando hablas desde ahí, las células lo sienten.
Tu campo cambia.
Y la realidad se reordena,
como si algo antiguo se hubiera esperado siglos para ser pronunciado.
Por eso, cuida tu verbo.
Afílalo con amor.
No lo uses para quejarte,
ni para adornar el ego.
Úsalo para soplar vida.
Para trazar límites.
Para encender puentes.
Y cuando tengas algo que de verdad necesite ser dicho:
Detente.
Respira.
Y deja que tu llama diga la verdad.

Ritual de activación:
Frente al fuego o al sol, declara en voz alta una afirmación que represente tu camino hoy.
Hazlo con intención, sin titubeo.
Siente cómo al pronunciarla, el fuego interior se alinea con tu palabra.
Guarda silencio luego.
Escucha la resonancia.



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