Crónicas de Nehmiah en Babilonia Entrada XLV“Volver al ritmo del sol: los ciclos circadianos como medicina olvidada” (cuando el cuerpo quiere sanar, pero no encuentra el compás)
- holisticbridgeheal
- 23 jun
- 2 Min. de lectura
En las selvas,
en los pueblos antiguos,
en los retiros donde el silencio aún respira…
el cuerpo no pide permiso para dormir.
No necesita pastillas,
ni notificaciones,
ni relojes de pulsera.
Se guía por el sol.
Por el canto de los pájaros.
Por la oscuridad que abraza y no amenaza.
Pero en Babilonia, eso se perdió.
El cuerpo se volvió esclavo de agendas,
luces azules y horarios artificiales.
Y en esa desconexión… también se apagó parte de su capacidad de curarse.
¿Qué son los ciclos circadianos?
Son los ritmos naturales del cuerpo, guiados por la luz y la oscuridad,que regulan funciones tan esenciales como:
La regeneración celular
La producción hormonal (melatonina, cortisol, insulina)
El descanso profundo
La digestión
El sistema inmunológico
Y aún más importante:la sincronización entre el cuerpo y la Tierra.
¿Y qué tiene que ver esto con el cáncer o con la recuperación?
Todo.
Un cuerpo que no duerme a tiempo,
que no se expone al sol,
que come a deshora o vive de noche,
es un cuerpo que pierde su brújula interna.
Y sin esa brújula,
incluso los mejores tratamientos…no encuentran dirección.
La medicina moderna lo empieza a confirmar:
pacientes con mejor sincronía circadiana
toleran mejor la quimio,
tienen menos efectos secundarios,
recuperan mejor el sistema inmune
y reportan más claridad emocional.
Pero los sabios ya lo sabían:el cuerpo cura cuando descansa en el ritmo correcto.
¿Qué cosas simples ayudan a recuperar el ritmo?
Luz solar directa por la mañana (al menos 15–20 min): activa el reloj interno
Cena antes de las 20:00: da tiempo al sistema digestivo para descansar
Evitar pantallas/luz artificial 1–2h antes de dormir
Dormir antes de las 23:00: el hígado y otros órganos regeneran mejor entre 23:00 y 3:00
Rituales suaves al anochecer: música tranquila, lectura, oración, silencio
Ayunos ligeros o descanso digestivo nocturno (infusiones en vez de snacks)
Dormir con oscuridad real: sin luces, sin ruidos, sin alertas
En procesos oncológicos (y cualquier crisis vital)…
Volver al ritmo natural es parte del tratamiento.
Y a veces… es el tratamiento más profundo.
Porque no sólo ayuda al cuerpo,
sino que repara el alma que quedó disociada,
corriendo detrás de un mundo que no da tregua.

Ritual simple para reconectar
Al despertar:
“Agradezco este nuevo día.Me dejo guiar por la luz.Que mi cuerpo vuelva al ritmo de la vida.”
Al anochecer:
“Cierro el día con conciencia.Entrego lo que no resolví.Descanso para regenerar,como hace la tierra en la noche.”
Porque a veces no hace falta una medicina nueva.
Hace falta volver a hacer lo que ya sabíamos.
Y dormir a la hora en que el cuerpo pide silencio…
puede ser la medicina más poderosa de todas.



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