Crónicas de Nehmiah en Babilonia. Entrada XXX " La Soledad rodeada"
- holisticbridgeheal
- 27 may
- 2 Min. de lectura
En Babilonia no se está solo porque falten personas.
Se está solo porque falta alma en el encuentro.
Hay cuerpos por todas partes:en los trenes,
en los bares,
en los ascensores que suben sin que nadie se mire.
Todo el mundo conectado,
pero casi nadie disponible.
Hay cobertura…
pero no hay presencia.
La gente ríe sin compartir,
opina sin escuchar,
responde sin habitar la palabra.
Y uno puede estar rodeado de seres humanos,
pero sentirse como un susurro entre gritos automáticos.
Porque la verdadera compañía no viene de cuántos te rodean…
sino de cuántos te ven.
Y de cuántas veces te dejas ver sin disfraz.
En Babilonia,
mostrar la herida es debilidad.
Abrirse sin pose es riesgo.
La vulnerabilidad es vista como falla en el sistema.
Y así, cada quien se encierra en su cascarón perfecto, funcional… y vacío.
Pero hay algo más profundo aún:
la soledad que nace al no poder ser quien realmente eres.
Esa es la más cruel.
No es la falta de otros…
es la falta de uno mismo en la escena.

🌱 Ritual para romper el aislamiento invisible
Enciende una vela o acércate a una fuente de luz.
Escribe una carta breve a alguien que nunca se atrevió a mostrar su verdad (puede ser una parte de ti).
Léele esa carta en voz alta al fuego o al viento.
Luego, escribe una línea que diga:
“Hoy elijo ser visible para quienes puedan verme de verdad.”
Guarda esa línea como mantra. Repítela cada vez que te sientas solo entre muchos.
La salida de esta soledad no está en llenar el calendario.
Está en desnudarse de máscaras y buscar encuentro real, aunque sea con uno solo.
Y si no hay nadie,
entonces el fuego,
el árbol,
el cielo…
todos esos también saben verte, si estás dispuesto a aparecer.
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