Crónicas de Nehmiah en Babilonia. Entrada XXXVI “Escuchar lo que la mente no pronuncia” (intuición práctica y su valor terapéutico)
- holisticbridgeheal
- 7 jun
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 23 jun
1. El arte de la escucha profunda
Entre el ruido de las obligaciones y la avalancha de estímulos,
hay un lenguaje que apenas susurra.
No usa palabras ni argumentos lógicos:
se manifiesta como corazonada,
tensión en el pecho,
cosquilleo,
imagen fugaz.
Eso es la intuición—la voz del sistema nervioso, del inconsciente y, para quienes así lo sienten, del propio espíritu.
Aprender a escucharla no es misticismo;
es higiene psico-emocional.
2. ¿Por qué es terapéutica?
3. Obstáculos habituales
Sobrecarga informativa – Demasiados datos eclipsan la señal interna.
Miedo al error – Necesidad compulsiva de certeza antes de actuar.
Auto-juicio – Desconfianza crónica (“¿y si me lo estoy inventando?”).
Ritmo acelerado – Sin pausas, la intuición no alcanza a pronunciarse.
4. Práctica diaria de afinación intuitiva
Diez minutos bastan: el resto del día es integración.
Silencio táctil
Apoya una mano en el esternón y otra sobre el vientre.
Inhala 4 s – reten 2 s – exhala 6 s (5 rondas).
Pregunta internamente: “¿Qué necesito saber ahora?”
Registro corporal
Anota cualquier sensación, imagen o frase que aparezca sin filtrar.
Micro-acción de confirmación
Elige el indicio con más carga emocional y realiza una acción mínima coherente (un mensaje, un ajuste de agenda, un cambio de postura).
Observa el impacto durante el día.
Repite 21 días. La constancia entrena el sistema límbico a diferenciar intuición genuina de ruido ansioso.

5. Mini-ritual para decisiones importantes
Delimita dos opciones en sendos papeles.
Colócalos en el suelo: izquierda / derecha.
Pisa descalzo cada papel y nota la resonancia corporal (expansión ↔ contracción).
Elige la que genere mayor sensación de apertura + tranquilidad.
Cierra con la frase:
“Honro mi intuición como guía legítima de mi camino.”
6. Preguntas guía para la autoescucha
¿Este pensamiento alivia o tensa mi plexo solar?
¿Esta propuesta me expande el pecho o me lo encoge?
¿Lo deseo desde el amor o desde el miedo a perder?
Responder desde el cuerpo antes que desde la lógica afina el radar interno.
Escuchar la intuición no reemplaza la razón; la completa. Es la brújula sutil que evita naufragios cuando las cartas náuticas externas se quedan cortas.
Practicarla a diario convierte la vida en un diálogo continuo con la realidad,
donde cada señal—un gesto, un sueño, un símbolo urbano—puede ser una invitación al siguiente paso coherente.
Que el silencio, aunque sea breve, se vuelva tu maestro de cabecera.



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