Crónicas de Nehmiah Entrada IX "La voz del síntoma: cuando el cuerpo expresa lo que el alma requiere"

Hay un momento, silencioso y preciso, en el que la materia comienza a hablar.

No grita, no suplica: vibra.Y lo hace con el lenguaje de lo que llamamos síntomas.

Una contractura que insiste.

Una gripe que no se va.

Un estómago que arde sin razón médica alguna.

Desde la visión mecanicista, se buscan causas externas, virus, desequilibrios hormonales, estrés.

Desde la mirada cuántica, se escucha otra cosa: un pedido de coherencia.

Cuando el campo vibratorio de un ser se desajusta entre lo que piensa, lo que siente y lo que hace…...el cuerpo levanta la mano, como un niño en clase que ya no puede esperar para hablar.

Es entonces cuando el síntoma se convierte en puente.

Y no es castigo,

ni error,

ni karma maldito:

es la firma vibratoria del alma pidiendo realineamiento.

Un síntoma en la garganta puede ser una palabra no dicha.

Un síntoma en la piel, un límite no honrado.

En los huesos, una estructura que ya no te sostiene.

En el corazón, una verdad que late con pena.

La sanación cuántica comienza cuando uno se sienta frente a su síntoma como quien se sienta ante un oráculo.

Sin lucha.

Sin miedo.

Con escucha.

Ahí, el terapeuta deja de ser quien “quita síntomas” y se vuelve traductor de frecuencias.

Acompañante hacia el reencuentro con la verdad profunda del Ser.

Y en ese instante, la enfermedad deja de ser enemigo…...

y se convierte en mensaje del alma vestido de biología.

Ritual Cuántico de Escucha Corporal

1. Siéntate en quietud. Cierra los ojos.

2. Lleva tu atención a esa parte del cuerpo que hoy te habla.

3. Pregúntale mentalmente:“¿Qué verdad estás queriendo mostrarme?”

4. Escucha sin expectativas. Deja que surjan palabras, imágenes, memorias.

5. Agradece al cuerpo por ser tu tambor, tu canal, tu espejo.

6. Haz un pequeño gesto de reconciliación con esa parte (una caricia, un canto, una respiración allí).

Repite cada vez que un nuevo síntoma quiera contarte un secreto.