Crónicas de Nehmiah, Entrada LVIX, Serie "Historias de una Emoción" Capítulo 3 " El Latido olvidado de Silvia"
- holisticbridgeheal
- 28 ago
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Parte I:
Cada mañana me despierto y me coloco el disfraz.
La sonrisa exacta,
la ropa correcta,
las palabras que se esperan de mí.
Nadie sospecha cuánto me cuesta sostenerlo...
Por dentro siento que empujo una roca invisible cada día.
Y no lo acabo de entender...pero hay algo que no está bien,
cuando miro el planeta en el que vivo,
veo una tierra que me sostiene,
donde crece comida,
materiales para un techo,
medicina,
agua,
aire puro,
sin embargo en la escuela,
en mi familia,
en mi entorno en general,
me educaron para que me sostuviera yo,
todo se trata de auto-sostenerse,
de ganar dinero para comprar todas estas cosas que el planeta entrega de forma natural,
y mi corazón late pesado,
como si llevara piedras en cada pulso.
El vientre se me enreda en nudos que no sé cómo aflojar.
Tengo trabajo,
tengo rutina,
tengo vida “ordenada”,
pero lo que me agota no es la vida:
es ser alguien que no soy.
Parte II:
El día llegó...
Un diagnóstico con palabras grandes me atravesó el pecho.
Me dio miedo,
sí,
pero también rajó mi máscara.
De pronto,
todo se tambaleó.
¿Quién soy en realidad?
¿Por qué cargo con un papel que no escribí?
Mi corazón arde como si quisiera decirme algo.
El intestino se queja, no traga más mentiras.
Siento que todo lo que creí ser no es más que un guion prestado.
Quizás siempre lo supe,
en algún rincón escondido.
Tal vez este dolor no es un castigo,
sino una señal.
Tal vez esa intuición no es una vocecita molesta
quizás es una guia sabia
Parte III:
Hoy ya no vivo en la misma casa.
No trabajo en lo mismo.
Ni siquiera visto igual.
Hasta la pareja cambié.
No fue plan,
fue derrumbe.
El disfraz cayó solo,
y debajo estaba yo.
Ligera.
Inesperada.
Natural,
Real.
Mi corazón late distinto,
sin piedras.
El vientre ya no protesta,
digiere la vida tal como viene.
El cambio ya no me asusta,
abrazo la inestabilidad como parte intrínseca del universo en el que viajo,
fluyo en el eterno espacio del aquí y ahora
aprendí que el pasado ya no está aquí y que el futuro tampoco,
me miro al espejo y sonrío,
no porque deba,
sino porque al fin siento que la que me mira soy yo.



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