Crónicas de Nehmiah Entrada X “El cuerpo como templo, la escucha como portal”
- holisticbridgeheal
- 30 abr
- 1 Min. de lectura
“En el principio fue el silencio…luego, alguien decidió escucharlo.”
En una sesión cualquiera —pero que nunca es cualquiera—, llega un ser con dolor de espalda.
Lo que pide es alivio.
Lo que el campo revela es peso.
No muscular, no físico.
Peso de tiempo no vivido,
peso de palabras no dichas,
peso de raíces no honradas.
El cuerpo lo grita, y nosotros lo escuchamos.
Aquí es donde se activa el arte terapéutico cuántico:
no corregir,
sino recordar.
No imponer,
sino invitar.
No diagnosticar,
sino presenciar.
El terapeuta entra en estado de coherencia, se vuelve instrumento afinado.
El cuerpo del otro, templo sagrado, responde.
Y allí aparece el milagro silencioso:
la información contenida en la densidad se libera.
No por manipulación, sino por resonancia.
Cuánticamente, el cuerpo no es un objeto, es un campo. Un vórtice de memoria vibrando en distintas frecuencias.
El dolor es solo una nota desafinada en la sinfonía.
Y la terapia no es un arreglo, es un reencuentro.
Hoy, esa espalda se endereza no solo por la técnica, sino por el espacio creado entre dos campos coherentes.
Entre dos templos que se reconocen.
Entre dos almas que recuerdan que están vivas.

Ritual propuesto:
Siéntate en silencio.Lleva tus manos a la zona del cuerpo que más te moleste o incomode.No intentes sanarlo, solo escúchalo.Dile en voz baja:“Te escucho. Ya no necesitas gritar.”Quédate ahí cinco minutos.Respira.Anota lo que sientas.Repite tres días seguidos.



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