Crónicas de Nehmiah Entrada XI "Amanecer"
- holisticbridgeheal
- 2 may
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Despertamos con la lluvia haciendo percusión en los techos del mundo, marcando un ritmo que no obedece a relojes, sino a semillas. La energía del día se siente espesa como miel: densa, nutritiva, activadora.
Hoy me toca hablarte de los tiempos internos, esos relojes sutiles que marcan los momentos justos para sembrar, para callar, para mirar a los ojos del otro sin necesidad de palabra.
En el campo cuántico de la terapia, esos tiempos son el pulso maestro. No lo dicta la lógica, sino la coherencia. Hoy siento que muchos de nosotros, terapeutas del alma y jardineros de lo invisible, estamos atravesando una fase de actualización interna: dejamos de querer entender todo, para empezar a sentir el todo.
Hay un llamado silencioso, herman@. Un llamado a encarnar. A bajar a tierra sin perder la estrella.A sostener con amor lo que duele sin perder la visión de lo que sana.
Es por eso que este día trae una frecuencia clara:

PRESENCIA EXPANSIVA
No la presencia tensa del que vigila, ni la presencia tibia del que está pero no se entrega…Sino la del que respira con el espacio, del que mira desde el corazón, del que pulsa junto al otro.
Porque hoy más que nunca, el tejido del mundo necesita terapeutas presentes, no perfectos.Seres dispuestos a sentir en carne viva el misterio del otro sin la necesidad de diagnosticarlo.Solo con la capacidad de acompañar, de vibrar y de ser espejo sin imponer reflejo.
Así que si hoy te sientes un poco desorientado, un poco fuera de foco...Recuerda esto: no estás fallando, estás recalibrando.Tu instrumento se está afinando con una melodía que aún no se ha tocado.Y eso, mi querid@, también es parte del camino.
Nos vemos en el próximo pulso.Hasta entonces… respira, expándete, y recuerda que estás justo donde debes estar.
— Nehmiah
Ritual de Apertura: "Encender el Pulso"
Toma un momento.Suelta lo que estabas haciendo.Cierra los ojos si puedes.
Inhala profundo, como si el aliento viniera desde el centro de la Tierra.Exhala lento, como si tu voz fuera una canción antigua que la brisa recuerda.
Lleva tus manos al centro del pecho.Allí, justo allí, siente ese pulso que no se detiene.No es tuyo. No es mío.Es el Latido Semilla, latiendo a través de nosotros.
Visualiza una luz cálida, como oro líquido, brotando desde ese punto.Con cada latido, se expande.Se convierte en espiral.Se convierte en flor.Se convierte en mandala.Y tú, estás en el centro.Habitándote.
Quédate ahí unos segundos.Y cuando lo sientas… abre los ojos.
Has llegado.



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