Crónicas de Nehmiah Entrada XIV "Llueve"

Hoy no hubo consulta.

Hoy no hubo revelación estelar.

Hoy solo llueve.

Pero qué acto más sagrado este de llover en el trópico.

El cielo se derrama como madre cansada de sostener tanto.

Llueve como si algo se limpiara no solo en las hojas,

sino en el alma.

Entonces recuerdo algo:

No todo crecimiento se ve.

A veces hay que dejar que la tierra trague,

que se empape,

que madure en silencio.

Hoy no hay mensaje.

Hoy hay agua.

Y el mensaje es el agua.

El agua es cuántica porque:

1. Memoriza la información: guarda la energía de las palabras, pensamientos, intenciones y música. Lo que le dices, lo vibra.

   
   

2. Se comporta como partícula y onda: es puente entre mundos, lo denso y lo sutil, lo visto y lo sentido.

   
   

3. Genera coherencia: al recibir frecuencias armónicas, ordena sus moléculas en formas geométricas que activan estados de paz, apertura y sanación.

Y así, bajo esta lluvia, nace el rito…

Ritual para la lluvia: “Empaparse del Presente”

1. Sal sin paraguas. Sí, literal. Aunque sea por 3 minutos. Recibe el agua como quien recibe una bendición.

   
   

2. Ofrece un pensamiento. Algo que quieras limpiar, entregar o transformar. Díselo en voz alta. O cántaselo.

   
   

3. Haz contacto con la tierra. Descalzo si puedes. O al menos con una hoja, una piedra, un árbol.

   
   

4. Agradece. No a nadie. No por nada. Solo agradece.

Este ritual no necesita música, ni incienso, ni altar.Solo agua, cuerpo y alma.