Crónicas de Nehmiah Entrada XX "El Fuego que cura"
- holisticbridgeheal
- 17 may
- 2 Min. de lectura
Hay fuegos que destruyen,
y hay fuegos que revelan la forma original de lo que estaba oculto bajo la ceniza.
En el lenguaje de la energía,el fuego no es solo calor.
Es frecuencia vibrante, coherencia pura.
Es la transmutación cuántica que sucede cuando la intención, la emoción y el cuerpo se alinean en presente.
En la terapia, el fuego no es una metáfora poética:
es un estado de combustión consciente.
Ocurre cuando alguien suelta un viejo patrón y lo deja ir como se deja ir una rama seca en la llama.
No con miedo.
Con gratitud.
En cada célula,
en cada campo,
hay una brasa esperando ser soplada.
Pero no con prisa ni desde el juicio.
El abuelo fuego no responde al castigo,
sino a la honestidad energética.
Él sabe cuándo tu "sí" es real.
Y cuándo tu "no" aún está disfrazado de deber.
¿Y qué sopla la brasa, entonces?
El deseo auténtico.
La alegría sin causa.
La voluntad de vivirte sin más excusas.
En términos cuánticos,el fuego representa la aceleración del cambio.
El instante en que el campo colapsa en nueva forma porque ya no puede sostener el viejo código.
No es caótico: es lúcido y puntual.
Y por eso duele, a veces.
Porque tocar la verdad quema.
Pero también alivia.
Porque el fuego ordena,
ilumina,
y deja solo lo esencial.
La fruta madura.
La danza sin vergüenza.
La palabra exacta.
Así, cuando trabajamos con fuego en la terapia,
no encendemos para iluminar al otro,
sino para que vea su propio brillo reflejadoen el calor de su pecho.
No es guía,
es espejo.
No es poder,
es presencia ardiente.

Ritual Cuántico de Encendido Interior
Si puedes, hazlo al aire libre. Descalzo. En silencio.
Trae tres elementos a tu fuego:
una rama seca (algo que ya cumplió su ciclo),
una fruta (tu parte jugosa, viva),
una piedra (lo que el fuego no puede cambiar, pero sí revelar).
Traza un círculo con ellas.Si estás en grupo, hazlo colectivamente.Si estás solo, hazlo como quien prepara un altar.
Sienta o párate frente a él.Respira profundo.Nombra en voz alta lo que estás listo para transmutar.Siente el calor subir, incluso si no hay fuego físico.
Sopla una vez hacia el centro del círculo.Desde el ombligo. Desde el corazón.Y di:
“Suelto el código viejo.Enciendo el nuevo desde el centro.Yo soy fuego que no destruye. Yo soy fuego que revela.”
Agradece. Cierra los ojos. Siente el nuevo campo.
Porque al final…todo lo que no se quema, te sostiene.Y lo que sí se quema, te libera.
Y ahí, entre brasa y ceniza,nos volvemos alquimistas,humanos conscientes,fuego sagrado caminando.



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